domingo, 3 de junio de 2007


Lo reconozco, soy como los tontos. Cuando me da por algo no paro.

El verano pasado estuve de vacaciones recorriendo parte de la Europa castigada por la II Guerra Mundial y, claro, paso lo que tenía que pasar. Me dio por leer libros, ver documentales, películas....


Durante el viaje nos recomendaron leer un premio Nobel de Literatura "Sin destino" de Imre Kertész, un húngaro que fue deportado a Auschwitz y a Buchenwald cuando apenas era un crío. En esta obra, y a través de los ojos de un adolescente, nos relata la vida en un campo de concentración.¿ Inocente? Para nada. Recomiendo el libro una y mil veces pero por ello no voy a negar que en varios fragmentos sentí un nudo en el estomago, lágrimas en los ojos e incluso náuseas. Es duro pero, como ya he dicho antes, lo recomiendo.


Esta mañana me he despertado temprano y, como me ocurre muchas veces, he decidido quedarme en la cama leyendo un rato. Hace un par de meses compre un libro de un tal John Boyne. Un libro con una portada, un grosor y un estilo de fuente propio de "El barco de vapor" (serie naranja: véase Fray Perico y su borrico o cualquier secuela del Pirata Garrapata).


El niño con el pijama de rayas.


Estimado lector, estimada lectora:

Aunque el uso habitual de un texto como éste es describir las características de la obra, por una vez nos tomaremos la libertad de hacer una excepción a la norma establecida. No sólo porque el libro que tienes en tus manos es muy difícil de definir, sino porque estamos convencidos de que explicar su contenido estropearía la experiencia de la lectura. Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué trata.
No obstante, si decides embarcarte en la aventura, debes saber que acompañarás a Bruno, un niño de nueve años, cuando se muda con su familia a una casa junto a una cerca. Cercas como ésa existen en muchos sitios del mundo, sólo deseamos que no te encuentres nunca con una. Por último, cabe aclarar que este libro no es sólo para adultos; también lo pueden leer, y sería recomendable que lo hicieran, niños a partir de los trece años de edad.

El editor

Este es el texto que aparece en la contraportada y considero que es lo más idóneo. Simplemente es una delicia de libro, un final sorprendente y de los que sientes que, si cierras el libro y dejas de leer, detendrás los acontecimientos que se desarrollan.

Se lee del tirón. Merece la pena.



2 comentarios:

iReNe dijo...

mmmmmmmmmmmmmmm a ver...no tengo tiempos pa leer libro, pero en cuatno pueda lo leo!
sobre lo de gastar el suedo del mes de julio, tu misma te has dado la respuesta, las dos cosas son validas...unos dias en berlin y el resto en el MacBook...
Muaaaaaaaaaaaaaaa

Cornelius dijo...

Me han entrado ganas de leerme el segundo, the boy in the stripped pijamas...